El pasado 5 de enero, en la comunidad del municipio de Santiago Choápam, se realizó un baile en honor al Niño Jesús; semanas después la cifra de contagios ya era de 400 personas, 14 hospitalizados y 12 muertos.

De acuerdo con los locales, los primeros indicios de que esta demarcación enfrentaba un brote del virus se dio posterior a la aplicación de pruebas rápidas a 30 personas, y 10 resultados positivas, incluyendo a personal médico del centro de salud que terminó por aislarse.
Según con el oficio 39/2021, dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobernador Alejandro Murat, el 28 de enero Evergisto Gamboa Díaz, edil de Choápam, advirtió que su comunidad tenía problemas con el brote ante la falta de personal médico y medicamentos. Además, la población estaba encerrada y empezaban a escasear los alimentos.
Derivado de esta situación, solicitaba mil vacunas, personal médico, tanques de oxígeno, cubrebocas, desinfectante, gel antibacterial, equipo de protección, así como brigadas para tomas muestras y víveres.
La solicitud estuvo acompañada de una advertencia: “Ante el olvido, la pobreza y el desprecio, nos da lo mismo morirnos acá en la ciudad, que, en la montaña, por tal razón, de no dar respuesta inmediata a esta petición, todos los que dieron positivo y están aislados, nos trasladaremos al centro de la capital para morirnos en nuestro abandono en Oaxaca”.
